lunes, 15 de septiembre de 2014

No importa, papá

No importa, papá. No importa si has tenido un mal día en el trabajo y estás de mal humor. No importa si me gritas sin motivo aparente, porque estás cansado y no puedes más. No importa si no quieres jugar conmigo, ni que estés ahí sentado con cara de pocos amigos mientras me bañas. 

No importa que montes en cólera si tardo más de la cuenta en comer, o que frunzas el ceño si te pregunto cualquier cosa inoportuna. No importa que blasfemes,  que jures en arameo o que maldigas una y otra vez tu suerte por no tener tiempo para nada. 

No importa, nada importa, porque te quiero y el amor de un hijo no atiende a razones. 


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