11 de noviembre de 2010. Jueves. Son las 14:30 horas pasadas y llevamos aquí desde las 8 de la mañana. Los nervios y la tensión empiezan a hacer mella en el ánimo. Hace un calor de mil demonios en esta habitación de la clínica San José, que digo yo que pa ser privada y acoger a SM el Rey cuando requiere de cirugía, ya podían regular un poco la temperatura. ¿Pasará calor Juancar cuando viene?. Siguen pasando los minutos. Casi 20 desde que se las bajaron a quirófano y yo aquí solo esperando. Sin noticias de Adriana.
14:40 aproximadamente. Mi santa madre y mi santa suegra han abandonado sus menesteres alimenticios a medio engullir y han optado por venir a hacerme compañía. Se agradece, la habitación se queda pequeña para las ganas que tengo de salir corriendo e irrumpir en el quirófano para comprobar si todo va bien. Aquí nadie dice nada. ¿Y este calor, es normal?.
14:45 aproximadamente. Llevo más de 5 minutos con los ojos fijos en el tirador de la puerta. Me mareo. Gracias a mi santa madre y mi santa suegra que han tenido a bien traerme agua, no pierdo el conocimiento. Aunque me gustaría. Sin noticias de Mónica y Adriana.
14:50 horas aproximadamente. La puerta por fin se abre. Una joven asoma la cabeza, nos mira. "¿Alguien necesita peluquería?". Una recortada de doble cañón necesito yo.

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